MADRID.- Un hombre de origen magrebí con problemas psiquiátricos resucitó el fantasma del 11-M en Madrid al amenazar con inmolarse en un tren en la céntrica estación de Atocha, escenario de los atentados islamistas que en 2004 dejaron 191 muertos. El hombre, de nacionalidad española, fue detenido por las fuerzas de seguridad, que tras activar el protocolo antiterrorista comprobaron que no portaba los explosivos que había asegurado que llevaba. Viajaba en un tren de cercanías en el que amenazó a gritos con volarse por los aires cuando el convoy estaba cerca de entrar en la estación. Los viajeros salieron corriendo tras activar el freno de emergencia.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, descartó vinculaciones terroristas del arrestado. “No consta ningún dato del detenido sobre supuestas o posibles vinculaciones con redes islamistas o radicales”, manifestó. El arrestado está en tratamiento psiquiátrico desde el año 2013 por un trastorno de conducta y en diciembre estuvo ingresado en un hospital de Madrid. Según el ministro, tiene un antecedente de amenazas y violencia de género y sobre él pesa una orden de alejamiento.
La estación de Atocha fue desalojada y el tráfico ferroviario quedó interrumpido, lo que afectó por varias horas a los servicios de alta velocidad entre Madrid y Barcelona, Alicante y Valencia, así como a las líneas que unen la capital española con la periferia. Testigos aseguraron que el hombre que provocó la alarma llevaba una chilaba (una túnica tradicional con capucha) y fue detenido cuando salió corriendo del tren.
La línea de metro que pasa por Atocha dejó de hacer paradas allí y el tráfico en esa zona del centro de Madrid se colapsó ante los cortes que llevó a cabo la policía. Efectivos de seguridad mantuvieron varias horas un rastrillaje con una brigada canina en busca de posibles explosivos.
Fernández Díaz expresó que “España se toma en serio las amenazas de los yihadistas”, por lo que las fuerzas de seguridad “no bajan la guardia”, y porque “cualquier lobo solitario” puede actuar como ocurrió en maratón de Boston. Sus palabras llegaron justo en el día en el que buena parte del país resucitó el fantasma del 11-M, con el incidente en la estación de Atocha.
España ha detenido en los últimos meses a varias personas -entre ellas mujeres- que se disponían a unirse a las filas del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS). España aporta 300 militares -que van a desplegarse en el Sur de Irak- a la coalición internacional que lucha contra el ISIS y que lidera Estados Unidos. Su misión es la formación al Ejército iraquí para enfrentarse al grupo yihadista.
El ministro del Interior explicó España aplica contra el terrorismo islamista la “especialización” que desarrolló en la lucha contra ETA, que en cuatro décadas mató a más de 800 personas en su pretensión de lograr la independencia del País Vasco del resto de España. (DPA)